martes, 5 de marzo de 2019

Bruja.

Mi ancestros desde mi conocimiento minino de ellos no descienden de brujas, mi fueron quemada en algún juicio.
Mi sangre no tiene rastro de magia alguna por medio de un tacto satánico, porque así como no creo en ese Dios, tampoco en su creación llamada Satanás.
Mi rebelión a esa religión en la cual me bautizaron sin mi permiso y sin conciencia, no es algo demoníaco.
Mi deseo de seguir a la madre tierra, nace de lo mas adentro de mi y de una necesidad de encontrar algo que me haga sentir a gusta con mi manera devocional hacia lo divino.
Mi despertar es la Wicca, donde he aprendido que es hacer lo que yo desee mientras no dañe a otro.
Mi deleite esta en el aire que cada día me da fuerzas para seguir moviéndome en esta vida.
Mi pasión se alimenta del fuego que surge de lo mas profundo de mi corazón, para seguir viviendo.
Mi sustento es el agua que me hidrata en medio del cansancio por los golpes del día a día.
Mi motor es la tierra que me da su energía, para no decaer mientras sigo este camino.
Si alguien me pregunta como me defino, le puedo decir que soy: 
Bruja que adora la naturaleza y Dioses tan antiguos como el mundo.
Bruja que cree en hadas, duendes y demás criaturas del mundo mágico.
Bruja que alza su voz, para mover las energías a su favor.
Bruja que avanza contra de la corriente social y traza su propio destino.
Bruja que usa velas, incienso y flores para limpiar su alma.
Bruja que se deleita con los cambios de la luna, disfruta de los rayos y danza en medio de la lluvia.

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