1-Cuando el día está por desaparecer y dar paso a la noche,
la ciudad se viste ensueño como si fuera a descansar.
Está un poco de luz con un tono de oscuridad, se prepara a
buscar el sol consuelo en otro continente y Santo Domingo da paso a la luna
para descansar.
Crepúsculo hermoso siempre me haces mirarte, coqueta te
despides de mí y el ruido de la ciudad.
2- Pájaro, eso me gritan desconocidos mientras transitaba
por la calle.
Mira ese maldito pájaro, sigo escuchando mientras avanzo por
la ciudad.
Qué pájaro más feo, retumba en mis oídos, más otras frases
denigrantes al seguir transitando Santo Domingo.
Busca la escopeta, para matar este pájaro. Grita un coro de
desconocido, por la Duarte con París.
La gente me dice pájaro y por más que me busco las plumas,
las alas o el pico no los veo pero ellos al parecer sí.
Quién está ciego, ello o ello?
3- Con la vista casi siempre en el suelo, es bueno a veces
mirar al cielo de la ciudad y recordar que existe algo más.
Me pierdo en la monotonía del día a día y no aprecio las
pequeñas cosas, de esta existencia efímera pero a la vez eterna.
Al ver hacia arriba, sé que hay más cosas que desconozco y
solo cuando muera podré ser parte de ella como otros lo son.
4- Fuera de mi refugio me encuentro a todo tipo de
vituperios constantes, que parecen no desaparecer sino aumentar con el paso de
los años en mí.
Solo quiero un instante para sentir paz, pero sé que
mientras viva no tendré dicho deseó y solo puedo imaginar que en medio del caos
diario encuentro un hueco de paz.
Quiero no pensar más en tantas cosas a la vez, pero sino
pensara sería señal de que no existo.
5- Quiero ser artista en un país donde reinan los
estereotipos como normativa y todo lo demás es como un cero a la izquierda.
Intento ser creativa en este país de las maravillas con
versos qué hagan soñar, entristezcan y hagan ver hasta el que no conozco que no
está en soledad absoluta.
No tengo bandera la cual alzar con orgullo ciudadano, porque
el inmigrante no tiene lugar fijo y vive con el temor a morir en la nada.
6- La noche alberga en las moradas de la selva de concreto,
todo los secretos que unas cuatros paredes es testigo silente.
Mientras en un establecimiento la música sale a todos los
lugares que pueden alcanzar, unos descansando, otros tienen sexo y otros solo
se consumen en todo los pensamientos que explotan en su cabeza.
Sin luz en medio de la noche, el calor y los mosquitos son
la compañía en este verano, espera de una brisa que haga descansar este cuerpo
de los quehaceres diarios.
7- Salgo por las calles de Santo Domingo, con moños malo y
mi negritud de pies a cabeza.
Soy esa que le da la gana de ser lo que le da la gana de
ser, sin importar lo que otros griten.
Sé quién soy y adónde voy, brillo con luz propia.
8-Como siempre viene el día, se asoma igualmente la noche
para hacer que los seres busquen consuelo en los brazos de Morfeo.
A veces el cuerpo está agotado, pero la mente sigue en
actividad y ese choque hace que los ojos se mantenga como dos faros encendidos
hasta el amanecer.
9- El motor de mi cuerpo es variado, puede ser emocional o
material y al final de cuentas siempre me da la fuerza para avanzar.
No importa el momento, la hora o el lugar. Tomar recarga
para mí cuerpo, siempre es necesario hasta que el alma dejé mi cuerpo.
10- Seres nacidos de un ser supremo que unos creen y otros
ignoran desde que alcanza cierta edad.
Nos movemos en la ciudad, conectando con desconocidos que se
vuelven amistades, hermanos de otra manera, enemigos, amores o desamores.
Con el paso del tiempo el interactuar es necesario y la
soledad es el mal que se trata vencer día a día.
11- Odio moverme entre la multitud y llevar tanta prisa para
al final morir en mi habitación, deseo solo un momento de paz.
Pero al ver la ciudad, los carros en el tapón, la gente que
casi corre para llegar a un lugar, me doy cuenta que no tendré ese momento
hasta morir.
12- Flor marchita que el otoño viste de gris, sin pétalos
hermosos como otros rosales.
La primavera se fue, dejando atrás los tiempos mozos y el
invierno se instaló con la soledad en mi corazón.
El olor destilado de mis entrañas, ni yo mismo lo reconozco
y por más agua intento me renueve, el otoño me viste de gris.
13- Te vi entre la multitud y pasaron tantas cosas por mi
cabeza, que al final se volvieron hojas llevadas por el viento hacia el olvido.
Quizás te vuelva ver y me animé hablarte, pero la prisa para
completar las piezas de mis sueños a veces no me dejan hacer algo más.
Solo me queda el recuerdo de tu lindo rostro perdido en tus
agobios.
Mis poemas escritos para el Reto Poético 2019 de Frasco de Paisaje.